engranaje__1_-removebg-preview.png

Los productos de modelación de CHONOS son el resultado final de una línea de trabajo que involucra a distintos profesionales, responsables cada uno de una parte de esta cadena (ver video Ciencia de datos) , y cuya labor es indispensable para el correcto funcionamiento de etapas posteriores.

Antes de diseñar un producto con una determinada utilidad lo primero es identificar cuál es la brecha en el conocimiento que dicho producto pretende cubrir. Es aquí donde el IFOP, en calidad de consultor del estado, y en conjunto con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Ministerio de Economía), trazan líneas de investigación con el objetivo de aumentar el conocimiento en áreas estratégicas para el desarrollo medioambientalmente sustentable de la pesca y acuicultura. Establecidos los objetivos de investigación, se diseña el proyecto que los ejecuta en plazo.

La modelación numérica es una poderosa herramienta que amplifica en el tiempo y el espacio variables ambientales a partir de datos de mediciones puntuales y/o datos de otros modelos. Los modelos permiten identificar procesos, y sus causas y efectos, en este caso en el medio ambiente marino. Es por esto, que en CHONOS se utiliza la modelación numérica oceanográfica para estudiar un medio tan extenso, complejo y remoto como los mares australes de la Patagonia chilena.

El primer esfuerzo dentro de la cadena de desarrollo y ejecución de los proyectos de investigación es la toma de muestras y mediciones de variables ambientales en campañas de terreno a bordo de cruceros oceanográficos. En estas campañas, cuya duración puede llegar a cerca de un mes, se registran variables de interés en oceanografía, como corrientes marinas y atmosféricas, variables físico-químicas (temperatura, salinidad, oxígeno, nutrientes, etc) y ondas de marea entre otras. Algunas de estas variables se miden al momento, otras en equipos que se instalan por periodos de tiempo determinados y otras se miden constantemente en línea.

Tras la toma de datos de terreno se procede a su control de calidad, procesamiento y análisis. Con estos datos ya se pueden realizar caracterizaciones del entorno y procesos, pero es donde no llegan los datos de terreno donde la modelación numérica (sustentada sobre estos mismos datos reales) amplia la cobertura espacial y temporal de dichas mediciones.

Los modelos numéricos oceanográficos parten de unas condiciones iniciales del estado del mar, es decir un volumen de agua de ciertas características (temperatura, salinidad, etc), que por medio de los forzantes, o variables ambientales que actúan en los bordes del modelo (viento, corrientes de mayor escala del modelo, oscilación del nivel del mar, flujos de densidad como el agua dulce de ríos, etc) hacen entrar al modelo "en acción", es decir, genera resultados de variables ambientales por un tiempo establecido a lo largo y ancho del volumen de agua del modelo (delimitado por la línea de costa y la batimetría). Los datos resultantes del modelo se generan en lo que se conoce como la malla tridimensional del modelo, que es donde se ejecutan los cálculos numéricos de las ecuaciones de estado del mar sobre los datos entrada (condiciones iniciales, forzantes y otras parametrizaciones).