Es el contenido de de iones de sales minerales disueltas en el agua. En el agua de mar está principalmente compuesta por anión de cloruro (Cl-) en un 55.3% y por el catión de sodio (Na+) en un 30.8%. El resto de sales disueltas hasta el 99% del total está formado por 7.8% de sulfatos (SO42-), 3.7% de magnesio (Mg++), 1.2% de calcio (Ca++), 1.1% de potasio (K+), 0.4% de bicarbonato (HCO3-) y 0.2% de bromuro (Br-).

De esta manera el agua mar es una disolución, siendo el soluto el conjunto de iones sales minerales disueltas y el disolvente el agua (H2O). Las sales disueltas son de propiedades conservativas, es decir, su cantidad es constante y no varía (en escalas de tiempo no geológicas), por lo que la salinidad varía con el agua (H2O). El aumento de H2O (lluvia, ríos) disminuye la salinidad, mientras que la reducción de H2O (evaporación, congelación) aumenta la salinidad.

La salinidad se calcula a partir de la conductividad y en oceanografía se expresa en partes de sales por mil partes de agua de mar y en PSU (Practical Salinity Units).

La salinidad promedio de los mares y océanos del mundo es de 35‰ o 35 PSU. El agua dulce de ríos y lagos suele ser de una salinidad menor a 1 PSU, mientras que en el mar Muerto llega a 150 PSU.

La salinidad es la principal variable que controla la densidad del agua del mar (más que la temperatura y mucho más que la presión hidrostática). Siendo que la densidad de un fluido determina su posición vertical respecto a su entorno, la salinidad es gran medida responsable de la distribución vertical de capas de agua y la circulación asociada a dichas capas. En un entorno de temperatura constante, las aguas menos salinas y menos densas se sitúan por encima de aguas más salinas y por tanto más densas y pesadas. Así altas tasas de evaporación o congelación pueden dar lugar a hundimientos de masas de agua desde la superficie hacia el fondo. El ordenamiento de masas de agua por densidad debida a salinidad genera gradientes de salinidad desde la superficie al fondo; donde este gradiente es mayor se conoce como haloclina, de gran importancia en oceanografía porque actúa como una barrera física al transporte vertical y zona de cizalla en la circulación estuarina.