El agua de los mares y océanos, como cualquier otro sistema y siguiendo la primera ley de Newton, permanece en reposo a menos que se le aplique alguna fuerza. En el mundo real, mares y océanos son sometidos a diversos tipos de fuerzas que provocan que las aguas se muevan, siendo esto a lo que llamamos corrientes marinas.

Las principales fuerzas que imprimen movimiento sobre el agua son:

  • Fuerzas gravitacionales

La atracción gravitatoria de La Luna y El Sol provocan la elevación de la superficie del mar, lo que conocemos como mareas, la cual está acompañada de movimientos horizontales de grandes volúmenes de agua.

También es una fuerza gravitatoria que genera corrientes cualquier diferencial de altura, como el dado por el ingreso de volúmenes de agua dulce en estuarios y fiordos a través de ríos y glaciares. El agua dulce de menor densidad se acumula en la desembocadura del río, acumulando agua de baja densidad por encima de las agua saladas más pesada. La diferencia de altura (energía potencial) origina corrientes horizontales (energía cinética) que se dirigen desde las partes más elevadas (desembocadura del río) hacia las menos elevadas (mar abierto), en lo que se conoce como circulación estuarina.

La gravedad también es responsable de corrientes marinas provocadas por diferencias de densidad entre masas de agua. Las aguas más densas (más contenido en sal y/o menor temperatura) son más pesadas y tienden a hundirse si es que hubiera agua menos densas por debajo; inversamente, aguas menos densas (menor contenido en sal y/o más cálidas) son más ligeras y tienden a ascender si es que hubiera aguas más densas por encima. Por ello, cuando hay fuerte evaporación (pérdida de agua hacia la atmósfera), congelación (pérdida de agua en forma de hielo) y/o bajas temperaturas, hay hundimiento de aguas desde la superficie.


  • Fuerzas de cizalla

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Son las originadas por la fricción y transferencia de momento de objetos o sistemas cuyas superficies están en contacto con diferentes velocidades. Por ejemplo, el aire y el agua están en contacto en la superficie del mar, de manera que entre ambos sistemas se transfiere movimiento (del aire hacia el agua por su mayor densidad y viscosidad). Así es que fuertes vientos generan olas (con sus propios movimientos circulares) y corrientes marinas. La fuerza de cizalla no sólo actúa entre diferentes sistemas, sino también dentro de un mismo sistema, como puede ser el agua, donde el movimiento se transfiere entre distintas capas adyacentes a distintas profundidades. En la transferencia se va perdiendo energía y por eso la velocidad de las corrientes marinas creadas por el viento en superficie disminuye con la profundidad.


  • Circulación termohalina y por gradientes del campo de masas (diferencias de densidad)


  • Oleaje y deriva litoral


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Todas estas corrientes dan como lugar transportes de masas de agua a una escala observable a simple vista, lo que se llama advección. En la escala microscópica se dan otro tipo de movimientos de agua por pequeños diferenciales en la concentración de propiedades, lo que se conoce como difusión.